De la manera mas sutil e impredecible entremezclo las palabras que salen desde lo mas profundo de mi fuerza interior, el anhelo por entregar lo que por mucho tiempo fue nada mas que un perpetuo silencio, ahora existe en este campo virtual, a través de un inquebrantable sentido de familiaridad con lo desconocido, coloco ante el ser que pueda descifrar estas letras un camino escrito hacia nuevos mundos, realidades incomprensibles y altos senderos de experimentación e investigación, desde las edades documentadas evoco las palabras de un gran iluminado.
Vientos estelares
Es la hora de la penumbra crepuscular.
En otoño, casi siempre, cuando el viento estelar se precipita por las calles altas de la colina, que, aunque desiertas, revelan luces tempranas en cómodas habitaciones. Las hojas secas bailan con extraños giros fantásticos, y el humo de las chimeneas se arremolina con gracia etérea siguiendo las geometrías del espacio exterior, Mientras Fomalhaut se asoma por las nieblas del Sur.
Ésta es la hora en que los poetas lunáticos saben qué hongos brotan en Yugoth, y qué perfumes Y matices florales, desconocidos en nuestros pobres jardines terrenales, llenan los continentes de Nithon. ¡Pero por cada sueño que nos traen estos vientos nos arrebatan una docena de los nuestros!
Howard Phillips Lovecraft (1890-1937)
Es la hora de la penumbra crepuscular.
En otoño, casi siempre, cuando el viento estelar se precipita por las calles altas de la colina, que, aunque desiertas, revelan luces tempranas en cómodas habitaciones. Las hojas secas bailan con extraños giros fantásticos, y el humo de las chimeneas se arremolina con gracia etérea siguiendo las geometrías del espacio exterior, Mientras Fomalhaut se asoma por las nieblas del Sur.
Ésta es la hora en que los poetas lunáticos saben qué hongos brotan en Yugoth, y qué perfumes Y matices florales, desconocidos en nuestros pobres jardines terrenales, llenan los continentes de Nithon. ¡Pero por cada sueño que nos traen estos vientos nos arrebatan una docena de los nuestros!
Howard Phillips Lovecraft (1890-1937)
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